miércoles, 19 de marzo de 2014

Mediación en línea y ciberjusticia


En abril del pasado año el Gobierno de Salta (Argentina) puso en marcha una plataforma virtual que permite ampliar las posibilidades de mediación a distancia y brindar un nuevo servicio de asesoramiento jurídico en línea a partir del convenio firmado entre el Ministerio de Justicia y ODR Latinoamérica, que dirige el profesor Alberto Elisavetsky, en el que se buscaba profundizar en la mediación a distancia a partir de la investigación, asistencia técnica y capacitación de mediadores en la articulación de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información aplicadas a la resolución pacífica de conflictos.

Un recurso, el de la de la incorporación de TIC a la resolución de conflictos, que como iniciativa parece tener continuidad en otros proyectos en el continente americano, y así el ministro de Justicia de British Columbia se comprometía a desarrollar el primer tribunal civil de Canadá para la resolución de disputas en línea para, entre otros, resolver reclamaciones de pequeña cuantía.

La legislación previa fue aprobada en mayo de 2012 y según el Libro Blanco sobre la reforma de la justicia  de febrero de 2013, el gobierno viene trabajando para implementar esta alternativa y se ha comprometido a nombrar un presidente para el Tribunal en este año.  ”El tribunal alentará a las personas a utilizar una amplia gama de herramientas de solución de controversias para resolver sus controversias tan pronto  como sea posible.” 

De hecho el Gobierno de Québec, tiene programado para este otoño el lanzamiento de una plataforma para la resolución alternativa de conflictos en línea equipada con un software desarrollado por el Cyberjustice Laboratory de la Universidad de Montreal. Este laboratorio en el que desde 2010 trabajan unos treinta investigadores en el desarrollo de soluciones tecnológicas, concretamente en una nueva generación de herramientas de software abiertas, interoperables,  diseñadas para facilitar la gestión y la solución de controversias, basándose en casi 20 años de experiencia en el diseño y gestión de plataformas en línea para la solución de controversias. El equipo de investigación también trabaja en el análisis de los fundamentos de protocolos  procesales y de la normativa legal con el fin de identificar las limitaciones socioculturales y otros obstáculos para la adopción de soluciones tecnológicas en el ámbito de la justicia, al objeto de facilitar una mejor penetración de la tecnología mediante la reducción del riesgo de resistencia por parte de los principales operadores jurídicos.

Para el profesor Karim Benyekhlef, director de este centro de investigación y desarrollo, “El acceso a la justicia es un componente esencial del Estado de Derecho”, y bajo este lema el laboratorio ha desarrollado un software multi-núcleo que puede servir como enlace central para diversas aplicaciones de software diseñadas para satisfacer las necesidades tanto de los tribunales,  como de los departamentos gubernamentales y otros organismos públicos y privados, y que  permiten la negociación en línea y los procesos de mediación electrónica, junto con la presentación y gestión de archivos y documentos.

Anteriores intentos de implementar sistemas de integración de la tecnología con la práctica procesal para la resolución de conflictos en los tribunales o mediante procedimientos alternativos como la mediación o el arbitraje desembocaron en costosos fracasos en Canadá y también en los Estado Unidos de América, particularmente debido a la resistencia que los profesionales del derecho opusieron a la introducción de la tecnología, por eso para Benyekhlef “llegar a la comunidad jurídica es esencial, Los proyectos deben ser conducidos legalmente y no impulsados tecnológicamente”. Además las generaciones más jóvenes de profesionales del derecho ya no son tan reticentes como una década atrás para la incorporación de las TIC. Para Nicolas Vermeys, director asociado del laboratorio, el tópico de que la profesión jurídica es muy conservadora frente a los cambios y a las innovaciones tecnológicas se compadece poco con la realidad, “hay mucha menos resistencia de lo que se prédica.”

A quien sí parece que ya han convencido es al Banco Mundial, y desde el pasado año han puesto en marcha una docena de proyectos orientados a la resolución  alternativa de conflictos en países en desarrollo que, entre otros objetivos, pretenden también frenar el colapso judicial en países como Brasil, India o Kenia.

También en España recientemente la Fundación Mediara, dependiente de la Consejería de  Justicia e Interior de la Junta de Andalucía,  puso en marcha un servicio on line de mediación de conflictos empresariales, basado en el sistema electrónico de gestión y tramitación de expedientes de mediación, conciliación y arbitraje MEDIARE© de la compañía eJusTIC Soluciones, S.L.

(Fuente: Diario Jurídico)


lunes, 17 de marzo de 2014

Herramientas para la mediación desde el análisis sociológico

La práctica totalidad de la doctrina científica coincide en recomendar el abordaje de los procesos de mediación  desde una perspectiva pluridisciplinar y desde un ámbito multifactorial. Sin embargo no siempre se hacen patentes las aportaciones que las diversas disciplinas pueden realizar al procedimiento.


El profesor Brian Jarrett de la Universidad de Alaska Fairbanks, publicó en 2012 un trabajo, “Making Mediation Work: A Sociological View of Human Interaction”, en el que defiende como la sociología puede resultar útil a los mediadores y aportar un conocimiento relevante para la práctica de la mediación.

En concreto el profesor Jarret argumenta que las herramientas analíticas de Erving Goffman pueden ofrecer a los mediadores unos recursos prácticos y útiles en la evaluación y la gestión tanto de la respuestas intelectuales como de las emocionales de los mediados y puede orientar eficazmente a los mediadores en la asistencia que pueden ofrecer a las partes  para reorientar sus respuestas frente a la controversia, favoreciendo mutuamente las  oportunidades para un diálogo efectivo.



El punto central del pensamiento del sociólogo Erving Goffman es el análisis de las realidades sociales basadas en las interacciones, donde las relaciones cara a cara también se rige por un sistema de reglas, normas y rituales. Unas “convencionales” y otras basadas en valores que las personas asumen como intrínsecamente justas. Para Goffman, el sentido social de las acciones personales debe acotarse en relación con la situación interactiva en la que surgen.

Goffman argumenta que cuando las personas están la una frente a la otra «pueden funcionar no sólo como instrumentos físicos, sino también como instrumentos de comunicación», con la finalidad de presentar un determinado perfil, la «impresión» que los otros recaban de él. Pero el actor jamás es del todo “dueño” de esa “impresión” que no puede controlar en su totalidad ya que también transmite una amplia gama de manifestaciones difíciles de controlar o disimular, a través de los cuales los interlocutores «pueden servirse como medio para verificar la verdad de cuanto es trasmitido por los aspectos controlables».

Para abordar una descodificación de la vida cotidiana, Goffman ofrece unas herramientas analíticas simples, como el “Frame Analysis”, las metáforas rituales, el juego o el drama, ya que considera que para comprender la acción sociale es mejor «empezar por lo exterior al individuo para, posteriormente, trabajaren lo interior, y no al contrario».

Al análisis del conjunto de algunas de estas herramientas, aplicadas a la mediación, dedica el profesor Jarret su estudio, para quien “los mediadores comprometidos con la mejora de sus prácticas, así como los investigadores en la búsqueda de una base teórica sólida para una mediación eficaz se beneficiarán sustancialmente mediante el estudio de los conceptos y los puntos de vista de Erving Goffman.”


El Profesor Brian Jarrett es abogado, mediador profesional y árbitro, en Estados Unidos y Canadá.  Doctorado en Sociología,  sus intereses incluyen la Mediación, el Arbitraje, las prácticas restaurativas y la Jurisprudencia Terapéutica (TJ). En los últimos años se ha dedicado a la mediación  integral, que promueve las prácticas interdisciplinares en la mediación. Su práctica abarca desde el trabajo con comunidades locales a las organizaciones internacionales. Tanto en su obra escrita como en la docencia, trabaja para tender un puente entre la teoría y la práctica en el campo de la Resolución de Disputas. 


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